La manera correcta es la abogada. A continuación te explicaré dos razones para fundamentar lo escrito.[1]
1. A medida que pasa el
tiempo, el español se extiende respecto al uso de formas femeninas para
designar a las mujeres que ejercen una profesión. Antiguamente, muchas
profesiones y cargos eran desempañados solo por varones, por lo que la
escritura original era en masculino. Posteriormente, cuando un trabajo
(exclusivo de varones) se extiende a las mujeres, el sustantivo pasa a ser
utilizado en cuanto al género (el abogado / la abogado). Actualmente, asumió la
desinencia femenina. A continuación algunos ejemplos:
el abogado / la abogada
el ingeniero / la ingeniera
el magistrado / la magistrada
el médico / la médica
2. Habrá que tener cuidado, puesto que esta regla no aplica necesariamente para
todas las profesiones o cargos.
En el caso de «la
abogada» su uso es correcto que termine en -a.
[1] Muñoz Machado, Santiago
(Director). Libro de estilo de la justicia. Barcelona: Espasa Libros, 2017, pp. 45-46. También véase: Real
Academia Española. Libro de estilo de la
lengua española. Barcelona: Espasa Libros, 2018, p. 23.
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