Como profesional del derecho, dime ¿alguna vez no te has preguntado por qué escribimos «la persona» (en femenino) y no «el persono» para el masculino?, ¿alguna vez te has preguntado por qué escribimos «la víctima» (en femenino) y no «el víctimo» para el masculino?
Así pues, te presento el famoso caso de los EPICENOS.
Los llamados nombres «epicenos» son aquellos que se usan en un único género para referirse a seres sexuados masculinos y femeninos. Por ejemplo, «persona» es un
nombre que, a pesar de ser femenino, puede hacer referencia a un hombre o una mujer:
Juan es una persona buenísima.
María es una persona buenísima.
Otros casos semejantes son los siguientes:
1. Personaje
El personaje La personaja
«Personaje» es un sustantivo epiceno masculino, es decir, se dice siempre «el personaje», aunque sea una mujer. Si se quiere especificar el sexo, se añaden los especificativos «masculino/femenino»: «Ese novelista destaca en la creación de personajes femeninos».
2. Vástago
El vástago La vástaga
El Diccionario académico lo recoge solo como masculino, como por ejemplo «La nueva directora es un vástago del empresario». Aunque morfológicamente no sería imposible «la vástaga», tampoco el uso avala esta variante y por tanto sigue siendo preferible «el vástago» para ambos sexos.
3. Víctima
La víctima El víctimo
Se trata de un sustantivo epiceno de género femenino, de modo que, aunque el referente sea una persona de sexo masculino, los elementos de la oración que han de concordar con víctima deben hacerlo en femenino: «La víctima, un jubilado, resultó aprisionada [...]».
4. Pareja
La pareja El parejo
Como sustantivo se usa solo el femenino pareja, tanto con el sentido de ‘conjunto de dos personas o cosas’: «Por el sendero se acercaba una pareja de carabineros» (Edwards Anfitrión [Chile 1987]), como para designar al compañero de una persona, generalmente en el terreno sentimental: «Ester y Augusta decidieron casarse vírgenes y buscan en su pareja protección y sustento» (Fuller Dilemas [Perú 1993]); «Su pareja de baile, el conde de Seyselle, estaba elogiando los frescos que decoraban la estancia» (Abc [Esp.] 13.10.97); así pues, en el uso culto general es un sustantivo epiceno femenino. No obstante, en algunos países de América, especialmente en Colombia, se utiliza coloquialmente el masculino parejo para designar al compañero de baile masculino.
5. Sujeto
El sujeto La sujeta
El sustantivo «sujeto» se emplea como epiceno masculino. El artículo del DLE correspondiente a esta voz marca como «m[asculinas]» todas sus acepciones sustantivas. Al ser un epiceno de género masculino («el sujeto»), de modo que no presenta flexión de género.
6. Ángel
El ángel
La ángela
El sustantivo «ángel» se emplea como epiceno masculino en referencia a la 'persona en quien se suponen las cualidades propias de los espíritus angélicos, es decir, bondad, belleza e inocencia'. Así, en su caso, a una mujer se le dirá «Eres un ángel».
Fuente: Libro de estilo de la lengua española, RAE, 2018, p. 22.
Escrito por
David Misari Torpoco15 de noviembre de 2022
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