Beatriz Galindo: la dama de compañía que fue humanista y que sabía muy bien el latín

Cuando estudiamos la lengua latina no solo aprendemos todo lo relacionado a la gramática, sino también estudiamos todo lo que se vincule a la cultura romana; así pues, también estudiamos a los principales humanistas que, precisamente, fueron destacados por su erudición en la lengua latina. Entre los latinistas, no solo destacaron los varones, sino también algunas mujeres. Así pues, te presento a Beatriz Galindo, una erudita española conocida como la Latina. De ella, no se conoce el día exacto de su nacimiento (solo el año en que nació 1465), pero sí el día, mes y año de su muerte (un 23 de noviembre de 1535).

Beatriz Galindo tuvo una vida dedicada al estudio y por eso fue una reconocida y destacada humanista. Llegó a ser maestra de la reina Isabel I de Castilla y también fue su dama de compañía. Respecto a este último caso, hay que entenderlo en el contexto, pues una dama de compañía era la persona con el cargo de asistente personal de una reina o princesa y como tal, no era considerada una doméstica.

Ahora bien, la pregunta es ¿cómo se interesó por el estudio de las humanidades y por qué fue considerada como una gran estudiosa del latín? Se sabe que, gracias a la investigación de los estudiosos de la cultura clásica, Beatriz fue una mujer que destacó por su inteligencia desde su juventud y precisamente se inclinó al estudio de las letras. Sus padres al ver que a Beatriz le gustaba leer a los autores clásicos, no dudaron ni un momento y la pusieron a estudiar gramática en una de las escuelas de la Universidad de Salamanca. Fue aquí que empezó su amor por el estudio del latín con tan solo quince años de edad. Beatriz no solo empezó a dominar la gramática latina, sino que ya era capaz de leer a los autores clásicos que tanto le deleitaba en latín, pues aparte de leer, también se dedicaba a traducir los textos clásicos. También se sabe, gracias a sus biógrafos, que ella no solo leía en latín, sino que podía hablar y escribir en latín con gran fluidez.

Sus maestros y personas que la conocieron en la universidad empezaron a admirar su gran talento y desempeño para el estudio de la lengua latina a tal punto que su fama logró extenderse por toda Salamanca y posteriormente, por todo el reino. En este período de su vida fue cuando la empezaron a llamar como la Latina.

Su amor por el latín hizo que también se interesada en aprender griego clásico y logró hacerlo, por lo que dominaba latín y griego, pues como muestra de su dominio de esta última lengua solía leer a Aristóteles en griego.

Pasaron los años y cierto día tomó la decisión de convertirse en monja. Fue en 1486 cuando estaba a puertas de ingresar al convento, la reina Isabel la Católica la llama a la corte. ¿Por qué la reina Isabel la llamó? Para esto, el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo nos comenta que la reina quería aprender bien el latín y griego, por lo que se informó que Beatriz era una mujer culta, preparada y erudita en los estudios de la gramática, además de ser honesta y virtuosa; por eso la mandó a llamar para que Beatriz le enseñara estas lenguas (Véase Batallas y quincuagenas de Gonzalo Fernández de Oviedo). La presencia de Beatriz en la corte no solo se limitó a su labor como preceptora, sino que la reina la tuvo en alta consideración y estima a la hora de solicitar sus consejos.

Posteriormente, se casó con Francisco Ramírez de Madrid (capitán artillero y consejero de los Reyes Católicos con quien tuvo dos hijos y una gran dote. A la muerte de su esposo, Beatriz se retiró de la corte y ejerció mecenazgo caritativo-religioso a través de un hospital y dos conventos que fundó. No obstante, sobre su vida personal fuera del estudio de las letras y su formación erudita no trataremos en este contenido, por lo que concluiremos reconociendo su formación humanista y el estudio de las letras que tuvo.

Beatriz pasó a la historia por ser una mujer educada desde una edad muy temprana en el latín y el griego clásico, lo cual le sirvió muchísimo para leer y entender a los autores clásicos y así incrementar sus conocimientos en las humanidades (con excepción de la retórica, puesto que este estudio era reservado para los varones por la formación política y bélica que este llevaba). Además, Beatriz se interesó también en escribir poesías latinas y redactó unos Comentarios a Aristóteles. Debido a su talento y aprendizaje de la lengua latina pudo escribir versos en latín. Pocos saben que también estudió Teología.

Se sabe que con Beatriz, la reina Isabel la Católica junto a doña María de Portugal promovieron la creación de la Casa de la Reina, un espacio donde se reunían las mujeres eruditas de la época quienes no solo hablaban de la cultura grecorromana, sino también disfrutaban del arte y de la literatura, pues los libros que conservaban en este lugar estaban muy bien cuidados.

Por esto y más, Beatriz Galindo pasó a la historia, una mujer cuya formación humanista y su estudio del latín y el griego la llevaron a ocupar un buen cargo ante el llamado de la reina Isabel la Católica. Es así como Beatriz es una clara muestra de las pocas mujeres que en esta época destacó por su disciplina, estudio y pasión por el mundo grecorromano.

Escrito por David Misari Torpoco

23 de noviembre de 2022


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