331 | Estadísticas de cierre de año 2025

Todo abogado debe aspirar siempre al crecimiento profesional en la especialidad que ejerza y evitar quedar estancado o truncado con los objetivos propuestos. Para esto, es fundamental rechazar la mediocridad y seguir de manera constante para alcanzar las metas trazadas.

El estudio, la perseverancia, la organización y la disciplina dependen exclusivamente de uno mismo, pues la vida misma, muchas veces se muestra dura y difícil. El éxito y la superación deben ser permanentes. No obstante, es importante precisar que la noción de éxito varía de una persona a otra, ya que cada individuo debe definir sus propios indicadores de realización personal y profesional.

En una sociedad caracterizada por una intensa competencia académica y laboral, es imprescindible aspirar a destacar en alguna especialidad o rama del derecho. Existen miles de penalistas y miles de civilistas, pero si un abogado ejerce una de estas especialidades, la pregunta clave es: ¿qué te diferencia de los demás?

Algunos consideran que contar con varias maestrías o doctorados los sitúa por encima de otros profesionales; sin embargo, esto no es necesariamente cierto. Si bien los grados académicos tienen un valor innegable, también existen abogados que, sin poseer estudios de posgrado, son litigantes sobresalientes y profesionales altamente reconocidos por su experiencia, trayectoria y desempeño.

Actualmente, es evidente que el solo hecho de contar con el título profesional no basta para destacar en el ejercicio del derecho. Cada vez se exige más. Es por esto que parte esencial del éxito profesional radica en la motivación personal para obtener méritos y superarse continuamente. En ese camino, resulta fundamental preguntarse: ¿cuáles son los paradigmas o modelos a seguir que tiene uno como abogado?

En mi caso, encuentro inspiración en algunos juristas medievales y filósofos del derecho, como Bártolo de Sassoferrato, Bulgarus, Grocio, Leibniz, Pufendorf, Thomasius y Domat, entre otros. Cada abogado debe identificar sus propios referentes dentro de la especialidad que ejerce. Los penalistas deberían estudiar a los grandes penalistas de la historia; los civilistas, a los más influyentes juristas del derecho civil; lo mismo ocurre con laboralistas, constitucionalistas y demás ramas. Estos referentes no solo orientan, sino que también motivan a aspirar, con el tiempo, al reconocimiento académico y profesional.

El éxito y los méritos, tanto académicos como profesionales, dependen exclusivamente del esfuerzo personal. Por mi parte, como todo profesional que aspira a crecer y destacar, cada año me propongo metas y objetivos concretos. Hasta el momento, he logrado cumplirlos, lo cual me genera una profunda satisfacción personal.

Actualmente, las estadísticas (los números) cumplen un papel relevante, pues permiten registrar —al menos en parte— los logros alcanzados. Por ello, a continuación comparto algunas cifras que reflejan, hasta diciembre de 2025, los resultados obtenidos en mi trayectoria personal y profesional.

1 maestría concluida con tesis sustentada y aprobada (maestría con mención en Docencia Universitaria y Gestión Educativa).

1 título profesional (abogado).

1 colegiatura (Reg. CALN 2579).

1 grado académico de Bachiller en Derecho y Ciencias Políticas.

1 tesis de licenciatura aprobada por unanimidad con una nota de 18.52 (Resolución N.o 1734-2003-R-UAP y Renati).

1 tesis de licenciatura convertida a libro (Teoría mitológica del derecho, 2021).

1 reconocimiento especial por SOPHIA Escuela de Posgrado por el invaluable apoyo académico (5/9/2019).

1 diploma por la Academia Peruana de la Lengua con la especialidad en corrección de textos (2024).

1 diploma del Colegio de Abogados de Cañete por su distinción y reconocimiento honorífico al ámbito jurídico por ser un abogado destacado como docente en fomentar la correcta escritura en los textos jurídicos (29/10/2020).

1 distinción por ser el abogado más joven (25 años) en publicar un libro sobre Latín Jurídico en el Perú.

2 certificado y constancia otorgados por la Escuela de Edición de Lima por ser docente del curso Redacción de Textos Jurídicos.

8 certificados otorgados por la Academia Peruana de la Lengua en diversos cursos dedicados a la ortografía, gramática y corrección de textos jurídicos.

7 artículos jurídicos publicados en revistas nacionales e internacionales de derecho.

14 contribuciones a obras de derecho publicadas en el extranjero (entre introducciones, estudios preliminares, prólogos, epílogos y otros).

3 diplomas otorgados por el Colegio de Abogados de Lima por haber participado como docente de Redacción Jurídica en tres eventos del año 2019.

10 años consecutivos en los que ha publicado libros.

6 libros publicados en el año 2021.

8 certificados otorgados por el Centro de Formación y Capacitación de la Procuraduría General del Estado (2021-2022) que acreditan a David Misari como docente de Redacción Jurídica.

21 cuentos de terror publicados.

28 Libros publicados (14 como autor y 14 en coautoría).

 59 Certificados como docente/ponente especialista en redacción jurídica, redacción administrativa y otros cursos otorgado por diversas instituciones jurídicas.

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Lo que acabas de leer son mis logros y méritos (estadísticas) que hasta la fecha (diciembre, 2025) poseo. Conservo en casa todas las certificaciones, diplomas y constancias que sustentan y avalan lo expuesto. Como abogado, mi meta es ser uno de los mejores docentes que enseña el curso de Redacción Jurídica en el país y sé que para lograrlo, debo seguir trabajando, capacitándome y estudiando constantemente para llevar lo mejor a mis alumnos.

Así cierro el año 2025 y muchas gracias por seguir mi página.

¡Un feliz año 2026 para todos y también deseo de corazón que sigan creciendo profesional y académicamente!

Atentamente,
David Misari Torpoco

 



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