Según las normas ortotipográficas recomendadas por la Real Academia Española (RAE) y otros manuales de estilo, no es apropiado aplicar negrita y subrayado simultáneamente para resaltar palabras en un texto. Esta práctica se considera redundante y puede generar confusión visual o una sobrecarga tipográfica.
Fundamento
La RAE, en su Ortografía
de la lengua española (2010), señala que los recursos tipográficos como la
negrita, la cursiva o el subrayado deben utilizarse con moderación y de forma
excluyente, es decir, no deben combinarse sin una justificación clara.
El subrayado, por ejemplo, es un recurso que
tradicionalmente se ha usado en manuscritos o textos mecanografiados (máquina
de escribir) cuando no se dispone de otros recursos tipográficos (como la
cursiva o la negrita). En textos impresos (como los documentos jurídicos) o
digitales actuales, se prefiere evitarlo salvo que sea necesario (como en
enlaces en la web).
La negrita se utiliza principalmente para destacar términos
clave, encabezados o elementos
relevantes dentro del texto.
¿Qué debemos aplicar como abogados?
Respuesta: Usar solo un recurso tipográfico: el uso de la
negrita.
Si se desea destacar una palabra o frase, se puede optar por
negrita, puesto que la cursiva se emplea, mayormente, para títulos de obras,
palabras extranjeras o énfasis leve.
Por su parte, la negrita sirve para los siguientes aspectos:
a.
Aplicar un énfasis fuerte o para facilitar la
lectura rápida en textos extensos.
b.
Reformular la oración para destacar una idea sin
depender exclusivamente de la tipografía.
c.
La negrita también su usa para títulos o
subtítulos.
Abogado y docente de Redacción Jurídica y Administrativa
12 de junio de 2025
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