Diez curiosidades de escritores famosos respecto a la ortografía y a sus escritos

Cuando nos hablan de los grandes escritores y sobre todo de aquellos que han ganado el Premio Nobel de Literatura, lo más probable es que lo primero que uno de los pensamientos que concebimos sobre ellos es que deben escribir muy bien, pues de lo contrario no ganarían tal premio. Otros dicen que estos grandes escritores son unos genios de la pluma. Sin embargo, un sector de personas estudiosas sostienen que los grandes genios, precisamente son genios, porque van en contra de las normas, en este caso, estos grandes escritores fueron en contra de las normas de escritura.   

Con esto, no nos referimos a que escribían con faltas ortográficas o de manera vulgar, claro que no. Muchos de ellos conocían lo mínimo o lo básico respecto a las normas de escritura, pero otros, ni caso les hacían. Aún así, la calidad de su trabajo no se vio desmerecida. 

A continuación te voy a compartir, a manera de anécdota, diez curiosidades de algunos escritores más célebres:

1. Se dice que Gabriel García Márquez tenía problemas serios con la ortografía, pues solía confundir en algunas palabras, las letras 'v' con la 'b' y solía preguntar a las personas que estaban cerca a él, si alguna palabra que llevara la 'b' se escribía así o con la 'v'. Cierto día, tal fue su confusión que propuso «jubilar» a la ortografía para que no causara más confusiones al momento de escribir. 

2. Para Juan Ramón Jiménez, la palabra «hijiene» debía escribirse con jota y no con la letra 'g', puesto que al pronunciarla suena como si tuviese una letra jota y no una 'g' que por lo general posee un sonido suave. Así que muchas veces solía escribirla con letra jota. 

3. Juan Ramón Jiménez también se quejaba del uso de la diéresis y del uso de la letra 'h'. Sostuvo que la diéresis (ü) y la letra 'h' son innecesarias para la escritura, sobre todo esta última que no representa ningún sonido. Para el escritor, uno debe escribir tal como se habla de manera natural. La letra 'h' debió ser eliminada, porque resulta más un estorbo en vez de aportar a la escritura algo realmente valioso.

4. La mayoría conocemos a la escritora Jane Austin por su novela «Orgullo y prejuicio», pero muy pocos sabemos que ella cometió varias faltas ortográficas en sus manuscritos (antes de pasar por su editor). Es más, se sostiene que ella no sabía emplear bien el uso de los verbos y otros dicen que ni sabía colocar los signos de puntuación. Lo más probable es que el corrector de estilo tuvo que hacer 'magia' para que sus novelas puedan publicarse.

5. Hemingway, por lo general, solía cometer varios errores ortográficos al momento de escribir sus obras, pero se justificaba al decir que lo importante era el contenido (argumento) de su obra y que no se fijaran tanto en la manera de como se escriben las palabras.

6. Más allá del éxito de la novela El gran Gatsby de Scott Fitzgerald (por más que fue acusado de plagio en varios pasajes de esta novela por Zelda Sayre), se dice que Fitzgerald solía colocar muchas comillas a las palabras que tenía duda de escribirlas bien. Sus manuscritos estaban cargadas de palabras que llevaban muchas comillas, lo cual fue un trabajo minucioso para el editor revisar si estas palabras estaban bien o no.

7. Para los que hemos leído a Marcel Proust, sabemos que permaneció durante quince años 'encerrado' en una vieja casa en París donde mandó a cubrir las paredes de corcho para aislarse de todo ruido que los distraiga o perturbe mientras escribía su obra cumbre En busca del tiempo pérdido. Fuera de esta anécdota, se sabe que Proust detestaba los puntos y por eso solía colocar muchas comas casi en cada línea de sus escritos. Imaginemos lo difícil y trabajoso que habrá sido para el editor y corrector de estilo leer los manuscritos del novelista francés.

8. Aquí debo hacer una mención especial a uno de los escritores estadounidenses que forma parte de mi lista de favoritos: Jack Kerouac. Este escritor fue criticado por tratar temas sobre la espiritualidad católica y el budismo en sus obras, a la vez que también escribía sobre prostitución, promiscuidad, sexo, drogas y sobre la pobreza. Para mí es uno de los mejores (incluso, mejor que Bukowski). En cierta oportunidad cuando le preguntaron sobre por qué le gustaba vivir lejos de las personas, respondió: «A temprana edad me diagnosticaron demencia precoz. Además, me aburre estar donde hay muchas personas, no puedo soportarlo, por eso me gusta estar solo», quizá esta respuesta para muchos les parece a las que daba Cortázar cuando hablaba de su soledad. Se dice que Kerouac cuando no tenía donde escribir, tomaba papel higiénico de algún baño y escribía sobre rollos de papel sus novelas. En cierta oportunidad le eliminaron 400 páginas de un libro que deseaba publicar y él solo dijo «Esto es una pequeñez en comparación de las 2000 páginas que aún no me han revisado». Ahora bien, antes que me lo preguntes en los comentarios, te recomiendo leer de este autor las obras: Los vagabundos, Los subterráneos, Ángeles de desolación y Big Sur

9. Uno de los escritores que estuvo cerca de ganar el Premio Nobel, pero no lo consiguió fue el polaco  Jerzy Andrzejewski. A menudo fue criticado por su alcoholismo y su homosexualidad, aunque otros críticos sostienen que para su época, no estaba bien visto que un homosexual escribiera una parábola filosófica acerca del gobierno autocrático de ideología totalitaria criticándolo. Esto se puede leer en su novela Los inquisidores. Muchos se encargaron de denigrar su figura como escritor, pero pocos hablan sobre su gran logro que consistió en ser galardonado con el premio de la Academia de Literatura de Polonia con su cuento La armonía del corazón. Esto lo llevó a ser considerado como el escritor católico con mayor talento de su país. Una de las mejores anécdotas de Andrzejewski fue que logró escribir y publicar en el año 1962 una novela titulada Las puertas del paraíso. Se sabe que esta novela posee una sola frase con 40 000 palabras ininterrumpidas por ningún signo de puntuación.

10. Por último, tenemos a Gertrude Stein a quien no le gustaba emplear las comas, pero amaba los puntos y aparte. En sus primeros escritos se sostuvo que escribía dejando una línea, por la separación de los puntos y aparte, hasta que en cierta oportunidad, un amigo le dijo «¿Y si en vez de usar tantos puntos y apartes empiezas a usar un poco más seguido el punto y seguido?».

Quise escribir un poco más corto estas diez curiosidades de estos grandes escritores, pero bien valió la pena desplayarme un poco más en algunos de ellos. Empecemos este año 2023 con algo de literatura y cultura. Para esto, los invito desde ya a leer algunas obras de estos u otros escritores durante el mes de enero. 

Escrito por David Misari Torpoco

Docente de Redacción Jurídica

1 de enero de 2023


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