El problema de la ANÁFORA en la redacción jurídica

De los casos que se estudian como elementos anafóricos, nos remitiremos (en este contenido) al empleo de la anáfora en el adjetivo mismo. Para esto, transcribiremos las líneas de nuestro texto de redacción jurídica.

                                         

El adjetivo mismo posee tres sentidos: identidad, igualdad o semejanza. En el ámbito jurídico-administrativo. se emplea el grupo nominal el mismo como elemento anafórico, es decir, como una expresión vacía de sentido que recupera otra citada previamente en el discurso. Veamos el siguiente ejemplo:

La ley garantiza la propiedad de dicho patrimonio. Fomenta conforme a ley, la participación privada en la conservación, restauración, exhibición y difusión del mismo.

En el ejemplo, tomado de la CPP, el grupo nominal el mismo (<del mismo) refiere a patrimonio (mencionado previamente en el texto como yacimientos arqueológicos, construcciones, monumentos, documentos bibliográficos, etc.). Sin embargo, aquí mismo no significa identidad, igualdad o semejanza, sino solo remite a patrimonio. El grupo nominal el mismo podría haber sido reemplazado, entre otros, por un pronombre. Por lo tanto, el ejemplo colocado debió redactarse de la siguiente manera:

La ley garantiza la propiedad de dicho patrimonio. Fomenta conforme a ley, la participación privada en la conservación, restauración, exhibición y difusión. 

Nótese que al final de la oración ya no se coloca «del mismo».

El uso «del mismo» con función anafórica es muy antiguo. Sin embargo, a fin de no incurrir en ambigüedades, se debe evitar su uso y emplear en su lugar pronombres demostrativos o posesivos.



Escrito por David Misari Torpoco
18 de noviembre de 2022

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Fuente: Misari Torpoco, D., Abanto Valverde, J. y Alcántara, J. Redacción jurídica. Lima: Fondo Editorial ESIPEC, 2021, pp. 202-203. 


  


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