De varios filósofos que, sin estudiar la carrera de Derecho, lograron aportar a través de sus obras nociones o conceptos de lo que pensaban acerca del derecho, uno de ellos fue Friedrich Nietzsche.
Sabemos que Nietzsche estudió Filología Clásica y se especializó en griego antiguo, no obstante, trascendió a la inmortalidad del pensamiento filosófico debido a los pensamientos (muy críticos) que tuvo en sus obras. Sin embargo, dentro de algunas de ellas, Nietzsche también escribió algunas nociones sobre lo que él consideró el crimen, el castigo, la pena. Algunas de estas definiciones las encontramos en el Tratado segundo de su obra La genealogía de la moral y también podemos encontrar algunas otras nociones en La voluntad de poder. Al momento de tratar sobre el derecho, Nietzsche se convertiría, para su época, en uno de los filósofos más críticos.
Pese a ello, en otro de sus escritos Aforismos, notamos que Nietzsche, con la sutil y elegante pluma que lo caracteriza, define a la palabra crimen con un tono poético o metafórico, pues sobre crimen sostiene lo siguiente:
CRIMEN
El criminal no está, la mayor parte de las veces, a la altura de su acto: le empequeñece y le calumnia. Más allá del bien y del mal.
Los abogados de un criminal rara vez son lo suficientemente artistas para utilizar, en provecho del
culpable, la belleza terrible de su acto. Más allá del bien y del mal.
En la primera noción pareciera que minimiza el actuar del criminal y en la segunda, se refiere a nosotros, los abogados, sobre todo a los penalistas por el trasfondo, puesto que trastoca y de manera satírica o irónica opaca o quizá 'ridiculiza' la defensa del abogado que tiene como su defendido a un criminal. ¿Se podría interpretar de otras maneras las palabras del filósofo? Claro que sí.
Por ahora quise compartir esto con ustedes.
Escrito por David E. Misari Torpoco
15 de diciembre de 2021
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