Por esta razón prefiero ser un MAESTRO y no un ministro

Actualmente, resulta curioso que un «ministro» gane más sueldo que un «maestro». Aunque los ministros desempeñen una función importante, son los maestros los que velan por el futuro de la educación en el país, sin embargo, el Gobierno poco o nada se preocupa por garantizar una mejor calidad de enseñanza. Pero ¿sabías que la etimología de estas dos palabras «ministro» y «maestro» poseen otro significado? Una pequeña pista que te ofrezco es que el «maestro» tiene más peso que un «ministro». Para entender esto es menester recurrir al latín.

La palabra «maestro» deriva del latín magister.[1] Esta palabra tiene como raíz el magis que del latín al español significa «más», razón por la que la palabra magister solía designar al más apto, al que era «más que otros», en otras palabras, al que destacaba, a un líder o a un superior. Aquí debemos dejar en claro que el término magister (maestro) no se refería pues al «maestro de escuela» o al «maestro universitario», pues para eso, los romanos tenían la palabra «docente» que forma parte del participio de presente del verbo doceo (enseñar). La palabra magister en latín también designaba al «jefe» y por eso encontramos en los textos latinos palabras como magister equitum (jefe de caballería) o magister militum (jefe militar). De tal manera que la palabra magister denotaba a alguien destacado o superior, pues podríamos aplicarlo como abogados que somos en el sentido de un «magistrado».

Esta es la razón por la que un «maestro» es más que un «ministro», al menos, para los romanos, etimológicamente hablando, así lo era; pero analicemos ahora la palabra «ministro».

El término «ministro» deriva del latín minister que está formado por minus (menos) como raíz. Por lo tanto, el minister era «el que es menos», el inferior, el mínimo, el servidor, el criado. Ahora bien, se imaginan ¿un minister (criado) en el poder?, ¿tendrá sentido que alguien cuyo cargo etimológicamente signifique criado se encuentre en el poder? Si revisamos la historia de Roma, notaremos que durante los siglos IV y V de nuestra era, los emperadores romanos tenían en su gabinete a sus más leales servidores y criados, quienes eran los encargados de ayudarlos a disputar las gestiones del imperio. En otras palabras, estos ministri (ministros) eran personas de su confianza, pero eran «menos que cualquiera» y por ende, se encontraban siempre al servicio del emperador y del pueblo.

En nuestro tiempo, parece injusto que un minister (ministro) sea más que un magister (maestro) y tenga mayor prestigio e incluso ganen más dinero, ¿resulta interesante cómo cambian las cosas, no? Afortunadamente, para los que poseemos estudios del latín preferiremos siempre ser mejor un «maestro» y no un «ministro».

Escrito por David E. Misari Torpoco
4 de diciembre de 2021


[1] En acusativo es «magistrum».



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