7. Pobreza léxica: «dijo»

Como abogados no debemos quedarnos con una sola palabra en nuestros escritos, eso significaría que padecemos de pobreza léxica. Por ello, se debe variar y emplear otros términos de acuerdo al contexto de nuestro escrito.

Por ejemplo:

En vez de escribir «el testigo dijo» resulta mejor escribir «el testigo declaró».

Recordemos que dentro de los vicios del lenguaje se encuentra la llamada monotonía o pobreza léxica.

La pobreza léxica o monotonía consiste en el uso reiterado y excesivo de los mismos vocablos para expresar ideas diferentes y para las cuales existen palabras más precisas.

Recordemos que la palabra es el elemento más poderoso del que nos valemos como abogados no solo para redactar nuestros escritos, sino también al momento de defender alguna causa empleándola de manera oral. El objetivo de la palabra es comunicar con propiedad y contundencia lo que se pretende sostener. Entonces ¿qué debemos hacer? Obtener riqueza léxica y una clave fundamental para ello solamente es leer y mucho.

La riqueza léxica apela a la necesidad de que nosotros (como abogados) dispongamos del conocimiento oportuno de nuestra principal herramienta que es el lenguaje y en este caso, nuestra redacción.

A continuación te comparto una imagen en la que encontrarás otras palabras para sustituir en vez de «dijo». Recuerda emplearlas de acuerdo al contexto de tu escrito.



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