325 | Redundancia: «En mi opinión personal»

 


Explicación

Según las normas de corrección lingüística de la Real Academia Española (RAE), la expresión «en mi opinión personal» constituye una redundancia o pleonasmo innecesario, ya que el sustantivo opinión ya implica subjetividad y pertenencia a quien la emite. Es decir, toda opinión es personal por naturaleza.

Por tanto, agregar el adjetivo personal no aporta información nueva y contraviene el principio de economía del lenguaje que debe regir la redacción jurídica, caracterizada por su precisión, claridad y concisión. En consecuencia, la forma adecuada y gramaticalmente correcta es simplemente «en mi opinión», evitando repeticiones que puedan restar elegancia y rigor al texto jurídico.

¿Por qué ocurre esto?

Muchos abogados suelen cometer errores como la redundancia «en mi opinión personal» debido a una combinación de factores relacionados con la formación, la costumbre profesional y la percepción del lenguaje jurídico.

En primer lugar, la formación jurídica tradicional ha privilegiado el uso de fórmulas fijas y expresiones repetitivas heredadas de antiguos modelos de escritura, en los que la abundancia de palabras se asociaba con formalidad y erudición. Esto ha llevado a que algunos profesionales crean que añadir términos como personal, propio, individual o particular refuerza la autoridad de lo que expresan, cuando en realidad solo recargan el texto.

En segundo lugar, existe una tendencia a pensar que la solemnidad del lenguaje jurídico exige construcciones extensas o rebuscadas para sonar más «técnicas» o «precisas». Sin embargo, la RAE y las modernas guías de estilo jurídico —como el Libro de estilo de la Justicia o nuestro libro Redacción Jurídica (Lex & Iuris, 2025)— insisten en que la verdadera precisión proviene de la claridad y la economía verbal, no de la redundancia.

Por último, estos errores persisten por falta de revisión lingüística y por la escasa atención que se brinda a la redacción como disciplina en la práctica jurídica. Muchos abogados dominan el contenido normativo, pero no siempre las herramientas lingüísticas necesarias para expresarlo con corrección y elegancia. De ahí la importancia de fomentar una cultura de redacción jurídica clara, donde cada palabra tenga una función y ningún término resulte superfluo.

Escrito por David Misari Torpoco
Abogado y docente de Redacción Jurídica y Administrativa
12 de octubre de 2025


0 Comentarios