Explicación
Según las
normas de corrección lingüística de la Real Academia Española (RAE), la
expresión «en mi opinión personal»
constituye una redundancia o pleonasmo innecesario, ya que el sustantivo
opinión ya implica subjetividad y pertenencia a quien la emite. Es
decir, toda opinión es personal por naturaleza.
Por tanto,
agregar el adjetivo personal no aporta información nueva y contraviene
el principio de economía del lenguaje que debe regir la redacción
jurídica, caracterizada por su precisión, claridad y concisión. En
consecuencia, la forma adecuada y gramaticalmente correcta es simplemente «en
mi opinión», evitando repeticiones que puedan restar elegancia y rigor al
texto jurídico.
¿Por qué ocurre esto?
Muchos
abogados suelen cometer errores como la redundancia «en mi opinión personal» debido a una combinación de factores
relacionados con la formación, la costumbre profesional y la percepción del
lenguaje jurídico.
En primer
lugar, la formación jurídica tradicional ha privilegiado el uso de
fórmulas fijas y expresiones repetitivas heredadas de antiguos modelos de
escritura, en los que la abundancia de palabras se asociaba con formalidad y
erudición. Esto ha llevado a que algunos profesionales crean que añadir
términos como personal, propio, individual o particular
refuerza la autoridad de lo que expresan, cuando en realidad solo recargan el
texto.
En segundo
lugar, existe una tendencia a pensar que la solemnidad del lenguaje jurídico
exige construcciones extensas o rebuscadas para sonar más «técnicas» o
«precisas». Sin embargo, la RAE y las modernas guías de estilo jurídico —como
el Libro de estilo de la Justicia o
nuestro libro Redacción Jurídica (Lex & Iuris, 2025)—
insisten en que la verdadera precisión proviene de la claridad y la economía
verbal, no de la redundancia.
Por último,
estos errores persisten por falta de revisión lingüística y por la
escasa atención que se brinda a la redacción como disciplina en la práctica
jurídica. Muchos abogados dominan el contenido normativo, pero no siempre las
herramientas lingüísticas necesarias para expresarlo con corrección y
elegancia. De ahí la importancia de fomentar una cultura de redacción
jurídica clara, donde cada palabra tenga una función y ningún término
resulte superfluo.
Escrito por
David Misari Torpoco
Abogado y docente de Redacción Jurídica y Administrativa
12 de octubre de 2025
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