Lo que todo abogado ha de saber es que una tesis no es un libro como tal, pues la manera en la que se redactó la tesis obedece a ciertos parámetros y estructuras académicas que son propios de un trabajo de investigación destinado a sustentar un problema, una hipótesis, una teoría o alguna propuesta que requiere de una redacción académica. Por este motivo, el lenguaje (redacción y estilo) empleado en la tesis no son propias de un libro, ya que este último va orientado a un público más amplio y no solo a metodólogos, asesores y un jurado evaluador.
Normalmente, una tesis posee un tema de investigación que resulta relevante dentro de su área (línea) de investigación y por eso contiene objetivos, hipótesis, variables, categorías, población, muestra, entre otros elementos y aspectos metodológicos propios de una investigación científica. Para que esta tesis pueda convertirse a libro se tiene que hacer un análisis de toda la tesis y ver que quizá algunas partes o la mayoría del contenido se pueden rescatar y publicar para un público más amplio en la comunidad jurídica.
Lo que debe quedar claro es que una tesis y un libro contienen ciertas diferencias, por ejemplo las tesis de derecho (en general, la mayoría de tesis de cualquier disciplina) suelen comenzar con una pregunta que se desarrolla en la formulación del problema y posteriormente continúa con las hipótesis. Aquí, debes saber que la pregunta es elemental, porque logra enmarcar y delimitar el tema de la tesis, puesto que el autor podrá responder esa pregunta a lo largo del desarrolla de esta con el fin de aproximarse a las plausibles soluciones. En cambio, en un libro no se empieza por una pregunta, sino que se puede partir mediante la descripción del problema de estudio (tema que enmarcará la dirección del contenido del libro), pero también se puede partir de una serie de reflexiones o nociones elementales del tema que generen interés en los abogados que lo lean.
Los abogados han de saber que la tesis puede ser el punto de partida o el comienzo para que se pueda elaborar un libro en el que se deben respetar la estructura de un texto (capítulos, títulos interiores, subtítulos, estilo, corrección ortográfica, citas, referencias y otros).
Al momento de convertir una tesis en libro lo que se debe hacer es adaptar y cambiar el estilo del lenguaje empleado hacia uno que genere interés en los abogados que lo lean, por eso, lo recomendable es que el primer capítulo sea la conversión del ‘planteamiento del problema’ (realidad problemática, problema de investigación) a describir este problema, pero con otro matiz, explicando o delimitando ese problema en aspectos más específicos.
Por último, un beneficio que también le proporcionaría a un abogado que haya convertido su tesis a libro se da cuando este postula a algún cargo público (convocatoria, concurso) o a un trabajo donde en la hoja de vida le pidan que tenga una publicación como mínimo para sumar puntos y así obtener esa plaza.
Escrito por David E. Misari Torpoco
Abogado y docente de Redacción Jurídica
3 de abril de 2023
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